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A tus espaldas - De espaldas hacia Acapulco


Para hacer una película no hace falta más
que una pistola y una mujer. 
-Jean Luc Godard-


La película “A tus espaldas” no se equivoca al tomar como referencia a “El Chavo del Ocho”. Si agregáramos al perfil del ingenuo personaje mexicano esa desesperada necesidad de conseguir dinero, y traspolaramos su vecindad al contexto actual de Ecuador, tendríamos lo que es Jorge Chicaiza: un personaje hueco que, a la deriva de una ilusión, vive la pobre recursividad del gag criollista para, a manera de un mal comprendido Chaplin, intentar alcanzar un sueño cuando no hace más que recaer en las torpezas del Chavo en Acapulco.


“A tus espaldas” recuerda la serie del Chavito no sólo por lo cómico de su personaje, sino también por su plana iluminación y su básica composición del encuadre que repite los mismos errores de pretendidas producciones cinematográficas ecuatorianas que han terminado en retazos de vida, o como aquellos trabajos sobre beatas o próceres carmignianos, donde los planos juegan con valores básicos respondiendo solamente a las afectaciones del personaje, típico del formato televisivo.



Esta película se diferencia de los trabajos mencionados al entrever la posibilidad de una cierta profundidad, ver algo del entorno del personaje, pero la necedad por recaer en el primer campo, el protagonista siempre al frente, siempre en primer plano, como en su mundo y actuando fuera del resto, borra toda posibilidad de empatía para con el mismo y poder ver su conflicto en relación a esos lugares y esas condiciones que tanto le afligen, conflicto que busca resolverse por unos monólogos epidérmicos e inverosímiles, herramientas narrativas que son reprobadas por todo verdadero guionista contemporáneo, desde Comparato hasta McKee.






La inverosimilitud no pasa tanto por las declamaciones de monólogos pseudo-trascendentales, las cuales son más bien una consecuencia, sino por la ingenua elección de darle a un personaje que difícilmente habla, para nada reflexiona, la cualidad de pensador antes que mostrarnos a un individuo que, ante la impotencia, vagabundea y se re-enfrenta a la vida que le atormenta. En qué se convertiría Umberto D si éste asumiera facultades declamatorias? Es inverosímil, desde la construcción interna del personaje, que no haya contrastes en el mismo, que no se presenten elementos que refuercen el lugar antagonista del que huye, que no se reconozca un claro arco de transformación que nos permita creer que desde su interior ha venido poco a poco construyendo al ser capaz de traicionar a su amor.

Que intenta contarnos esta película? Que mensaje hay por detrás de esas espaldas? De espaldas camina Jorge, sin ver, hacia su Acapulco. De espaldas editaron una película que busca resolver ciertas unidades narrativas al experimentar con herramientas injustificadas; injustificada la secuencia con esos groseros cortes así como injustificado fue el recurso de presentación del ministro-chulquero aplicándole un efecto de solarizado pop-art. Distinto hubiese sido de haber usado estas propuestas estéticas en otras escenas a lo largo de la película, pero aparecen tan inesperadamente como el cambio de tono del filme. La espalda le dieron a una historia que, a la hora de duración, cambia su enfoque, su tono, su género, pasando del conflicto culebrero de un hombre a una propuesta de acción. Con demasiados elogios se rodea como para alcanzar los cimientos existenciales, sensatos, y experimentales de Charlie Kaufman.




La frase de Godard no va más allá de lo que dice, pero lo que dice basta para sentenciar a todos aquellos proyectos que, ante la escasez de ingenio, recurren a una pistola, una mujer, un gag criollista, efectos de edición o de post, para solucionar el sentido superficial y perdido de una historia.

“A tus espaldas” es tan superficial como el deseo de su protagonista. Igual que el Chavo, no hay para Jorge Chicaiza ni proyecciones ni evoluciones, ni antes ni después de haber llegado a su Acapulco. Aunque acepto mi error al hacer estas comparaciones, pues el Chavo, por lo menos, guarda su nobleza.

Sin embargo, a pesar de estas observaciones, respaldo y apoyo la realización de esta película y todas las que han salido y tengan que salir. Nuestro cine ecuatoriano, joven aun, no puede aun dares el lujo de discriminar películas que, para bien o para mal, son, de todas formas, el reflejo de una manera de ver y hacer. En el trayecto cinematográfico, las generaciones venideras se encargaran de hacer las distinciones necesarias. Mientras tanto, que se hagan audiovisuales!

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